domingo, 7 de junio de 2015

¿PARA QUÉ SALTAR?

Ascendía
Caminaba a oscuras y con miedo
Sin dejar nunca de ascender, subía.
El camino era abrupto y, con fatiga,
Jamás dejé de subir, pues me elevaba.
Faltaba el aire y, aun ahogándome, me encumbraba.
Y fue así como un día,
Un día como otro, o como ninguno,
Se hizo la luz y me sorprendió en la cima.
La cima desde la que se percibe la totalidad del camino.
La cima donde el horizonte se agiganta.
La cima en la que el único peligro 
Es agigantarme yo,
Despreciando la menudencia
De cualquier ser diminuto en la distancia:
Error de perspectiva de quien aún no ha aprendido
El sutil arte de ver con los ojos cerrados.
Cierro los ojos. Respiro: oscuridad sin miedo.
Y siento. Solo siento. Todo siento.
La montaña bajo mis pies.
La inmensidad sobre mi cabeza.
Y yo… Sea quien sea ese yo al que nombro y desconozco.
En el sentir estoy, sintiendo
La presencia de un columpio
Péndulo del infinito. 
¿Para qué columpiarme? 
¿Acaso para calmar la sed de mi niñez perdida? 
¿O tal vez para impulsar mi gran salto hacia delante?
Una acrobacia mucho más allá del miedo, 
De todos mis miedos, 
De todos mis límites, 
De todas mis inseguridades.
Un salto de confianza absoluta en la fuerza de mis alas,
Invisibles e inútiles, cuando los pies se aferran al suelo.
Inútiles e invisibles, me recuerdan a coro todos mis demonios.
¿Para qué saltar, sino para callarles la boca?
A mis miedos Astutos maestros de coraje.
A mis límites Desafiantes maestros de superación.
A mis inseguridades Insidiosas maestras de autoestima. 
Y en el columpio me columpio Me columpio Me columpio
Sobre un abismo de abismos me columpio.
Y el abismo abismalmente me recuerda:
“¡Ahora es la hora! ¡Ahora! ¡Ahora!
De soltar y saltar. De saltar y volar. Ahora.
Hacia el recuerdo de quién eres Ahora.
Para descubrirte inabarcable Ahora. 
Ahora Solo ahora. Siempre ahora.
Ahora o nunca”.

Poema con el que dije que sí a una propuesta que me ha llevado a participar en la Fiesta de la Poesía de Rubí, mi ciudad, tras 34 años de ausencia: la última vez que lo hice tenía 14 añitos y muchos sueños. Como es hora de despertar, volver ha sido divertido, como columpliarse sobre el abismo pero amando al abismo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario