lunes, 4 de mayo de 2015

Mucho ojo a la sincronicidad

Quiero compartir algo que ayer tarde me dejó pasmada.

Desde hace un cierto tiempo, las sincronías resultan más frecuentes y espectaculares. De hecho, algunos empezamos a vivirlas con normalidad, pues sin duda son más normales de lo que parecen. Siento que, cuanto más aceptamos su presencia en nuestras vidas, más se manifiestan. Aún así, a veces su irrupción nos puede sacudir con la fuerza de un huracán. Una gran sacudida fue para mí lo sucedido ayer.

Estaba hablando por teléfono con un amigo, con la mirada perdida en la pared de mi cocina. De repente, la creatividad se apoderó de mi mirada y vi las dos teteras en las que mis ojos se habían fijado transformarse en dos cabezas animadas, conversando entre ellas. Fue una visión fugaz y muy divertida, una travesura infantil de mi hemisferio derecho. Al colgar, pensé que podía pintarle ojos a las teteras... O, mejor aún, pegarle unos ojos adhesivos. Entonces mi mente empezó a buscar dónde comprarlos hasta que le di la orden de dejarlo estar, pues mi compañero acababa de llegar a casa y me dirigía a su encuentro para darle la bienvenida.

Cuando entro en la habitación, él está vaciando su mochila. De ella extrae algo que me entrega, diciéndome: "Toma, mi madre me ha dado esto". Cuando lo veo, no puedo creerlo: ¡es una bolsa de ojos adhesivos! Cuando hoy le ha preguntado a su madre por qué le dio aquello, ella ha respondido que no tenía ni idea de lo que era.

Mi mente racional querría comprender este hecho fuera de toda lógica. Las posibilidades que tiene un ser humano de recibir como regalo un paquete de ojos adhesivos son muy remotas, tanto que muchísimas personas vivirán largas vidas sin que les ocurra tal cosa. Pero las posibilidades de recibir una bolsa de ojos adhesivos dos minutos después de haber experimentado el deseo de tenerlos resultan tan imposibles que el hecho se vuelve estremecedor... Y fascinante.

Mi mente racional querría comprender este hecho fuera de toda lógica, pero la lógica no sirve para entender la magia de la Vida.

¿Son las sincronías el lenguaje con el que el Gran Misterio nos habla? ¿O es su manera de hacernos cosquillas? En la vida hay más preguntas que respuestas.

Eso sí, agradezco el simbolismo de este potente regalo: OJOS.

2 comentarios:

  1. Creo totalmente en estas sincronías que nos relatas, a mí me ha guiñado el universo en multitud de ocasiones y sí desde que llegó "El tiempo nuevo a mi vida" mucho más.

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  2. Bendito sea el tiempo nuevo, Guadalupe. Gracias por ayudar a crearlo, hermosa alma.

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